A escasos días de terminar este año, que quedará en nuestra memoria no por las razones que podríamos pensar al comenzarlo, queríamos aprovechar para haceros llegar nuestros mejores deseos para estas Navidades tan atípicas y un feliz y sano 2021.
2020 ha sido un año complicado debido a todo lo que la pandemia del virus SARS-CoV-2 ha ocasionado y que ha cambiado por completo nuestro día a día, tanto en lo personal, como en lo laboral, ya que hemos tenido que hacer frente a un volumen de trabajo inusual, habiendo aumentado considerablemente la demanda de guantes y mascarillas, teniendo en cuenta su escasez, a nivel mundial. Han sido, y serán, meses de mucho desgaste y tensión debido a las incesantes peticiones de suministro de productos sanitarios que difícilmente se pueden atender por la falta de abastecimiento de estos artículos de importación. Aprovechamos también para pediros disculpas por las demoras que hayamos podido tener al atender vuestras consultas, de verdad que hacemos todo lo que está en nuestra mano.
Además, en lo personal, para nosotros, éste ha sido un año especialmente duro, en el que también estamos teniendo que afrontar el fallecimiento de nuestro compañero y amigo Gabriel, quien ha sido un ejemplo para todos nosotros: la entereza con la que ha afrontado la enfermedad, su dedicación a la empresa, el haber estado presente hasta el último momento, su capacidad para encontrar la parte positiva a toda situación… Valores y forma de vivir que ha sabido transmitirnos y que trataremos de perpetuar desde la gran familia que conformamos en Celulosas Vascas-CV Protection.
Pero no queremos acabar el año con más tristeza, queremos encarar el año que entra con una sonrisa, con la esperanza puesta en las vacunas, la prudencia y la responsabilidad individual y colectiva, y tenemos la convicción de que poco a poco mejorará.
La crisis sanitaria ha supuesto un desafío para toda la sociedad, puede que a largo plazo cambie para siempre nuestra manera de relacionarnos, nuestra escala de valores y nuestras prioridades… pero a corto plazo lo que sí debe cambiar para tener unas Navidades seguras es anteponer la precaución a cualquier situación, a fin de minimizar las posibilidades de contagio y mantener a salvo a familiares, compañeros de trabajo y amigos; y solo así serán, también, felices.